Erste Campus: una entrada al patrimonio cultural, una declaración sobre construir cultura
Un concurso sobre uno de los emplazamientos de construcción más destacados en Viena, recibió una propuesta que se desviaba de forma substancial de las especificaciones del plan rector. Sin embargo el riesgo compensó a los ganadores, Dieter Henke y Marta Schreieck, e incluso podría decirse que todos han salido ganando al final, ya que el proyecto propone una solución de desarrollo urbano que incluye una arquitectura impresionante y características atractivas para sus usuarios.
En una importante intersección entre la nueva estación central de Viena y el Belvedere, palacio barroco, el Erste Campus (cuyo nombre proviene de la sede de Erste Bank) ocupa por lo tanto una posición clave, a modo de tarjeta de visita de una de las transformaciones urbanas más emocionantes, de visita obligada para los tours expertos dirigidos tanto a locales como a visitantes internacionales. El barrio que se genera entorno a la estación tiene todo el potencial de un nodo de transporte de alto rango con unos alrededores de gran variedad. Crea unas 70 hectáreas de espacio para multitud de usos, incluyendo hoteles, restaurantes y tiendas, oficinas, centros educativos y aproximadamente 5.000 viviendas alrededor de un gran parque.
Para conectar este nuevo barrio con el casco histórico de la ciudad, los arquitectos dividieron el volumen construido que se requería para el Erste Campus en dos tramos, que finalmente forman una gran puerta de entrada entre los parques del Belvedere y Schweizergarten, en un lado, y la zona construida del distrito Belvedere frente a la estación de trenes, en el otro. Los delgados tramos curvos, con fachada acristalada de suelo a techo, proporcionan a a los empleados el máximo de luz natural y amplias vistas, mientras que cuando anochece los edificios se convierten en cuerpos de luz transparentes.
Relevante para arquitectos e ingenieros
El espacioso vestíbulo en la planta baja está abierto al público y es definitivamente un lugar para ser visitado por arquitectos e ingenieros. Se extiende verticalmente en una altura de dos plantas sin ningún soporte, dando la bienvenida al público con luz y apertura, gracias a los lucernarios y atrios verdes. El jardín situado en cubierta sobre el vestíbulo se concibió con la idea de proporcionar un espacio libre a los empleados. A su vez, potencia la geometría curva del edificio con una diversidad de plantas y formas que crean un puente que une los dos tramos. Los ingenieros demostraron sus habilidades más allá de este elemento, hicieron las vigas desaparecer, redujeron el espesor de los techos al mínimo y permitieron que los salientes flotasen en el aire, todo con la intención de cumplir con los requisitos creativos de la estructura.
Al otro lado de la calle, el epítome de la opulencia; en este lado un ejercicio de minimalismo. Con una elegante composición de arquitectura, ingeniería y paisajismo, el Belvedere, lugar Patrimonio de la Humanidad, ha recibido un digno contrapunto.
Texte: Felicitas Konecny
Primeira foto: Erste Campus, en Viena. Copyright: Michael Nagl
Arquitectura: Henke Schreieck Arquitectos.
Paisajismo: Auböck + Kárász Landschaftsarchitekten.
Ingeniería: gmeiner I haferl zivilingenieure.
Finalizado en: Diciembre de 2015.
http://www.detail-online.com/inspiration/process-erste-campus-headquarters-in-vienna-113477.HTML
No Comments