Un ingeniero veneciano para (re) descubrir: Eugenio Miozzi
Aunque ha marcado significativamente la imagen y el funcionamiento contemporáneo de Venecia, Eugenio Miozzi es poco conocido. Sin embargo, venecianos y visitantes se enfrentan diariamente con sus obras y, en particular, cruzan sus puentes.
De 1931 a 1954 Miozzi fue ingeniero jefe de la Oficina Técnica de la Municipalidad de Venecia y fue claramente un hombre de acción: su objetivo era llevar a cabo sus proyectos lo más rápidamente posible y con la calidad que él imaginaba. En sólo diez años, desde el momento en que asumió el cargo de ingeniero jefe hasta la interrupción forzada por la guerra, se diseñaron y construyeron un número increíble de obras.
El Ponte del Littorio o della Libertà que conecta Venecia con la tierra firme fue inaugurado el 25 de abril de 1933 después de sólo dos años de construcción y la primera parte del Garaje Municipal y la excavación del Rio Novo se realizaron con tiempos similares.
El Ponte degli Scalzi frente a la estación de trenes fue inaugurado el 28 de octubre de 1934 después de unos dos años y medio de trabajo. Y de nuevo, para el Ponte dell’Accademia, el puente provisional que aún existe, inaugurado el 15 de enero de 1933, se necesitaron menos de dos meses de trabajo. A finales de 1937 se inauguró el Casino del Lido y al año siguiente se completó la restauración del teatro de la ópera La Fenice. Una eficiencia en la realización de las obras públicas que hoy aparece sólo como un lejano espejismo.
Su capacidad de «hacer» era extremadamente vasta: como ingeniero tenía la experiencia y la capacidad de identificar las soluciones más apropiadas y coherentes para cada proyecto y para la tarea específica, adoptando siempre soluciones «económicas» en cuanto al uso de tecnologías y materiales. Desde el hormigón armado para el Garaje Municipal, pasando por la madera para el Ponte dell’Accademia, la mampostería para el Ponte della Libertà y para varios puentes sobre el Rio Novo, hasta la piedra para el Ponte degli Scalzi.
Después de la guerra, su incesante actividad continuó: realizó planes de rehabilitación de la ciudad, proyectos de expansión del Tronchetto, diseñó una carretera futurista a través de la laguna y una autopista de Venecia a Munich. Todos estos proyectos, documentados en el reciente libro: Eugenio Miozzi. Venecia entre la innovación y la tradición 1931-1969, (editado por Clemens F. Kusch y publicado por la editorial DOM), así como su monumental obra literaria Venezia nei Secoli, representan el constante e incansable esfuerzo por combinar la tradición centenaria de Venecia con el espíritu de innovación como garantía para la supervivencia de la ciudad.
Texto: Clemens F. Kusch, MOVEnice
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