Negro es negro – RCR, ganadores del premio Pritzker 2017
Oscura y fría. Dura y áspera. No es la materialidad la que conecta su arquitectura con el lugar. A veces cubierta por una fina capa de óxido, a veces reflejando el sol del atardecer en su superficie brillante.
Decidida, estructuradora, adoptando una posición clara. El lugar es más bien disecado que interpretado; diseccionado a cuchillo, abierto, desmembrado y expuesto, con lo que su arquitectura instantáneamente se apodera del genius loci.
Ellos construyen paisajes, caminos, abismos, limites, visiones, puntos de fuga. Zonas anteriormente independientes son conectadas, otras totalmente desconectadas. La reducción formal permite identificar vínculos e interrelaciones. A pesar de la radicalidad de su arquitectura funden los conceptos de naturaleza y arte, en línea con la tradición de la arquitectura catalana desde Gaudí. Sus proyectos no son meras intervenciones en un determinado contexto, a menudo crean paisajes por si mismos.
Cajas negras, sea aquí, en Bélgica o cualquier otro sitio. Su vocabulario arquitectónico es reconocible, aplicable en todo el mundo. El acercamiento al lugar no se realiza a través de la pátina de la superficie, de la atmósfera de lo material, sino mediante el análisis de la tipología, la topografía, las funciones, la calidad espacial y la historia existentes.
Se trata de formas, espacios, luces y sombras, de la «promenade architecturale». Richard Serra se nos viene a la mente. Del mismo modo que él, se posicionan, provocan debate por la radicalidad de sus ideas. Uno se topa con el muro y se detiene, sorprendido. «Nunca lo había visto de esta manera», pensarán unos, mientras otros preferirán demolerlo de inmediato. Sus obras no dejan a nadie indiferente.
Pese a su predilección por lo nítido y analítico, consiguen mantener la complejidad. La biblioteca Sant Antoni-Joan Oller, insertada en una manzana preexistente del Ensanche barcelonés, al mismo tiempo es grieta y unión. El espacio exterior Teatro La Lira en Ripoll es al mismo tiempo pasarela y lugar de permanencia, casa y corredor. Probablemente este enfoque de “complejidad y contradicción“, tal y como señalaba Robert Venturi, es el que aporta la fuerza poética a su arquitectura. La primera impresión es engañosa.
«Creo que nos comunicamos con una mirada», dice Ramón Vilalta sobre el trabajo con sus compañeros Carme Pigem y Rafael Aranda (en este video). No es de extrañar, ya que parlotear en voz alta destruye la poesía. Por el mismo motivo tampoco establecieron su despacho en la metrópolis de Barcelona, sino tierra adentro, en la Cataluña interior, entre volcanes extinguidos a los pies de los Pirineos.
Los tres arquitectos del estudio RCR, galardonados con el Premio Pritzker 2017, nunca dejan de sorprendernos. Por la precisión de su pensamiento, la fidelidad a su propia cultura y por su influencia global. Una vez más se vuelve a poner énfasis en lo fundamental, en Firmitas, Utilitas y Venustas. Arquitectos que aún logran una arquitectura verdadera. Negro es negro.
Autor: Hans Geilinger, de Guiding Architects Barcelona.
Primera imagen: “‘Biblioteca Sant Antoni – Joan Oliver’, library and senior citizens center, 2007, Barcelona, Spain. Copyright: Hisao Suzuki”.
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