#StayTheFuckHome Los valencianos cambian su estilo de vida
La declaración de estado de alarma por Covid-19 obligó a Bernd Knöller a cerrar su restaurante en Valencia. Desde entonces entrevista en su podcast (El PutoCrack Club) a personalidades atrapadas en su casas con el hashtag #StayTheFuckHome, Quédate en tu maldita casa.
Como explica en su magnífico artículo el crítico de arquitectura Oliver Wainwright de The Guardian, todas las epidemias han cambiado la forma de relacionarnos con la arquitectura y el urbanismo. Es todavía pronto para saber cómo será la vida post-Covid-19 de los valencianos, pero a estas alturas ya somos conscientes de las limitaciones de nuestros hogares.
Las viviendas reflejan la relación con el urbanismo y el espacio público y la forma de vida de una sociedad. En Valencia el hogar es el lugar íntimo de la familia en el que conviven hasta tres generaciones.
En contadas ocasiones se reciben visitas en casa que no sean del ámbito familiar. La vida social se desarrolla fuera: en una red de espacios públicos y su amplia oferta de ocio y cultura. Es justamente la relación social en el espacio público, facilitado por el clima, lo que ha convertido a Valencia en una de las zonas de España más atractivas para los viajeros que valoran el distendido estilo de vida mediterráneo. La expresión de los afectos en forma de abrazos, besos dobles en las mejillas y choque de manos constantes entre hombres y mujeres de todas las edades y condición social son prácticas habituales que determinan las relaciones y los vínculos entre las personas y que, desgraciadamente, han facilitado la expansión de la pandemia.
La vida en la calle, una economía precaria y una clase empresarial anclada a prácticas que no han fomentado el teletrabajo han contribuido a que la población pase poco tiempo en sus casas y que éstas no tengas las mismas características que las de nuestros vecinos europeos.
Además de un cambio en la forma de relacionarnos, tras la pandemia se demandarán hogares con las características arquitectónicas que hemos aprendido a valorar durante el confinamiento. Ese balconcito soleado que siempre quisimos cerrar, es ahora el espacio más valorado de la vivienda. Esa ventana orientada al este, el lugar por el que se filtra el primer sol de la mañana. La cocina ha pasado a convertirse en el centro de experiencias gastronómicas compartidas. De repente, en la habitación de invitados se trabaja de maravilla.
Quizás, después de Covid-19, los futuros podcasts de Bernd habrán cambiado de título. Llevarán el hashtag #StayTheFuckGreatHome.
Texto: Boris Strzelczyk, GA Valencia
Excelente descripción de lo que hace que la calidad de vida en España sea tan especial, ¡y lo que nos hemos estado perdiendo desde el cierre! Aquí está el enlace al podcast, (¡bien loca!): https://open.spotify.com/show/4CXAB4HAU1hnMAFBaZb48D?si=0NledX4sTX2FlpFBBIdZSA